Encontré un magnífico texto sobre el Imperio Bizantino en inglés; siete páginas de información valiosa y bien resumida. ¿Qué hacer con ella? ¿Leer en voz alta el texto entre todos, mandarlo leer de forma silenciosa o hacer lectura cooperativa en parejas?
Me puse a imaginar todos los escenarios y el fracaso aparecía como una sombra en cada esquina, en forma de incomprensión, aburrimiento y olvido casi inmediato de lo leído.
Estaba a punto de desechar la idea de utilizarlo, cuando me acordé de una técnica que aprendí en un curso CLIL: Reading Race.
La actividad consiste en colgar el texto, dividido en partes, en la paredes del aula, realizar un puñado de preguntas clave sobre él y pedirle a los alumnos que busquen las soluciones entre los textos. Y por supuesto ofrecer la suculenta recompensa de medio punto extra.
El resultado, 23 alumnos enloquecidos leyendo textos en inglés sobre Bizancio una clase entera, ejerciendo su capacidad de análisis de la información, un nivel de ruido imperceptible y una clase que se pasa volando. Os recomiendo que lo probéis en vuestras clases.
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