Iniciamos un nuevo curso que promete ser muy divertido. Este año trabajamos de forma transversal un valor que es clave en el desarrollo personal: LA CREATIVIDAD.
Siento que nuestros alumnos están repletos de ideas, de sueños, de proyectos… sólo tenemos que generar los espacios para que puedan expresarse, sugerir actividades y valorar sus iniciativas.
La creatividad, que como afirmaba Einstein, es la inteligencia divirtiéndose, saldrá a relucir si permitimos que nuestros alumnos sean los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje. En el paradigma de la vieja escuela, dónde el profesor es el garante de la sabiduría y aburre a las vacas hablando 50 minutos por clase, es muy difícil, yo diría imposible, que nadie sea creativo, es más, esa capacidad se apaga, se marchita. La vida luego nos exige cientos de respuestas, que normalmente damos de forma estándar, por imitación ¡Cuanto nos cuesta ser creativos en nuestras rutinas! La escuela, una vez más, debe ser el lugar donde se aprenda a conservar intacta nuestra tendencia innata hacia la creatividad.
Espero que este curso podamos, en el cole, seguir avanzando hacía aulas que potencien este valor en los niñ@s.
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